El Presidente Milei envió para su revisión al Congreso, un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU 179/2025) autorizándose a sí mismo para un nuevo “arreglo” con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin dar a conocer cuáles son sus condiciones.

Comete un nuevo fraude. Y es una aberración que un DNU sea considerado válido sólo porque una sola de las cámaras del Congreso no lo rechace, lo que está sucediendo durante este Gobierno por complicidad o compra de voluntades.

Ese DNU es ilegal. La Constitución Nacional determina que corresponde al Congreso “arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación” (inc.7 Art.75). En tanto, la Ley 27612 determina que todo programa de financiamiento que se acuerde con el FMI requiere de UNA LEY aprobada tanto por la Cámara de Diputados como la de Senadores.

Las condiciones de este “arreglo” no se hacen conocer pues implican la cesión de importantes activos nacionales, entre los cuales van a intentar nuevamente la entrega del Banco de la Nación Argentina, y un mayor ajuste económico para acelerar una brutal transferencia de recursos de los trabajadores, jubilados y familias hacia:

  1. a) Las grandes corporaciones financieras transnacionales de las que, en los hechos, el FMI es garantía en última instancia aun en contra de los intereses de los países que lo integran. Ya sucedió en 2018 por la gestión de Mauricio Macri y Luis Caputo habilitando una fuga de capitales por 44.000 millones de dólares, poniendo en riesgo al sistema financiero nacional.
  2. b) Los formadores de precios que, liberados por los DNU de Milei y Caputo, imponen precios brutales a los alimentos, la energía y otros servicios, el transporte, la educación, los medicamentos, la atención a la salud, e insumos imprescindibles para la industria.
  3. c) Los comisionistas u operadores que pudieran estar vinculados incluyendo corporaciones financieras y sus directivos, funcionarios, consultoras y estudios especializados que ayudan a “gestionar” el círculo vicioso del endeudamiento.

Con esas condiciones ocultas, que sin duda afectarán el tipo de cambio, no es que los “precios caros” que reconoce Luis Caputo bajarán como miente. No. Lo que seguirá bajando es el poder adquisitivo de las familias y la demanda en el mercado interno, mientras cae la actividad productiva, crecen el cierre de empresas y los despidos.

Es un nuevo y gigantesco fraude que -como en 2018- no podría hacerse sin el concurso de las autoridades del Fondo, que así se empujan a la Argentina hacia un quebranto.

No hay error en este “arreglo” de Milei y las autoridades del FMI, que –durante este mandato y los sucesivos-  cogobernarán de acuerdo a las metas ocultas que se acuerdan. Responde a un plan que nos pone a merced de los países que mandan en el FMI y las corporaciones transnacionales que quieren apropiarse de nuestros recursos naturales, en un contexto de guerra económica mundial y graves conflictos bélicos en los que este gobierno se involucra arriesgando a la Argentina.

Es decir, estamos en una grave emergencia institucional, con incertidumbre, sin seguridad jurídica, con una represión brutal creciente. Con un Presidente que declara como objetivo destruir al Estado, suplanta al Congreso arrogándose facultades legislativas, con un Poder Judicial con creciente deterioro institucional, manifiesto en la designación por decreto de Jueces de una Suprema Corte de Justicia, morosa cuanto a denuncias sobre los hechos señalados, particularmente sobre la deuda externa.

Sostenemos:

Las naciones integrantes del Fondo Monetario Internacional y las autoridades de este organismo deben asumir que en estas condiciones es evidente la inviabilidad y graves consecuencias del cumplimiento de acuerdos de estas características fraudulentas. Por ello la Nación Argentina debe considerar, selectivamente, NO PAGARLA.

Buenos Aires, 17 de marzo de 2025

SECRETARIADO GENERAL NACIONAL DE LA ASOCIACIÓN BANCARIA

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